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Los barrio de los Sarracenos y la casa de los mil años

El encuentro está previsto en Plazoleta Ponte Silvio, donde justo debajo de vuestros pies se desplaza un pequeño torrente, el Crati, hoy cubierto por la carretera. Frente a vosotros, está la Salita Orologio que, hasta el año 1900, llevaba el nombre de Calle de los Sarracenos.

Fue allí que se situaron los Árabes fundando su barrio, a los pies del castillo – probablemente de época bizantina – que lo llamaban de Hottirisch, forma arabizada de Qratiris. Según las noticias reportadas por los árabes Bauijan e Inb-Hawqal – luego ampliadas por Amari – resultaría que Gratteri, junto a Cefalù, Brucato y Marineo fueron derrotados por los Sarracenos alrededor de 835-838.

Y Rosario Gregorio, en su cuenta de las hazañas árabes en Sicilia, lo menciona también con aquel nombre: “A Kalat Asserat (nombre árabe de Collesano) ad Cefaludi via maritima VIII, atque his inter jacet castellum Hottirisch”. La parte más antigua del castillo entonces – con una estructura en forma de anfiteatro – surgió en el período de la dominación árabe y es caracterizada por casas circulares construidas en la roca que todavía pueden notarse en la parte más vieja del centro histórico.

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Avanzando hacia Salita Orologio es posible surgir un estrecho callejón llamado Manzoni, en origen Callejón Saraceni, y a la izquierda un paso subterráneo en piedra, u Dammusu. En la esquina entre Calle Orologio y Callejón Albanesi, noteráis una casa circular, recién restaurada, que aún mantiene un portal con arco de medio punto, típico de las primitivas residencias árabes.

Ésta es la última residencia con una arquitectura árabe originaria, que hoy puede ser llamada ‘la casa de los Mil Años’. Sin embargo, a lo largo del camino, podéis encontrar también otras residencias construidas juntas sobre la roca, por ejemplo alrededor de la Torre dell’Orologio.

Subiendo aún hacia la parte más alta, llegaréis a una plaza, la originaria Plazoleta Saraceni, comúnmente llamada ‘A Chiazzietta’, que en el año 1900 fue dedicada a Giuseppe Garibaldi. Según la tradición, fue precisamente por aquel acceso que los árabes pudieron introducirse en la antigua fortaleza, llevándola a la capitulación.

Pero, qué queda de los Sarracenos, caminando por el centro histórico? Sin duda, un aspecto interesante que se puede notar, además de la estructura circular de algunas residencias construidas en la roca, es el hecho de que, hasta hace algunas décadas, las fachadas de las casas eran pintadas de azolo, término con el cual en Sicilia se identificaba el color índigo.

Se trataba de un colorante en polvo usado antiguamente para la lavandería y que, en muchos pueblos sicilianos, se utilizaba para dar una lámina color índigo a la cal. A veces, también las alcobas internas eran azoladas, como las típicas residencias de la ciudad azul de Marruecos. Por lo tanto, perdeos en el centro histórico, no será difícil descubrir viejas paredes externas, descascaradas por el tiempo, aún tendientes al azul.

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Bibliografía:

Amari M., Biblioteca arabo sicula Palermo 1880, riveduta in seconda edizione da U. Rizzitano, Palermo 1997, Vol.II.

Storia dei Musulmani di Sicilia, Firenze 1854.

Di Francesca, Gratteri, Palermo 2000.

Gregorio R., Historiam Siculam PA 1780.

Peri I. I Paesi delle Madonie nella descrizione di Idrisi, Palermo 1955.

Scelsi I., Gratteri, storia, cultura, tradizioni, Palermo 1981.

Terregino G., Frammenti storici ed evocativi dell’almo Castellare di Gratteri, Palermo 2004.