Image Alt

Destinations

La plaza de la ``Vucciria`` vieja y la casa sobre la roca

La historia de Gratteri, más que en los libros, está en sus calles, en sus callejones y en sus plazas. Es el caso del callejón Notari, una vez calle de la “Vucciria” Vieja, o sea el antiguo mercado, corazón palpitante de las actividades comerciales de la aldea medieval. Su denominación tiene su origen en una palabra francés, “bucherie”, que notoriamente identifica el sitio de matanza y venta de las carnes.

«Antonino Bellomo jefe de casa de años 63, Primavera mujer suya, Johannelo hijo suyo de años 23, Jacobo hijo suyo de años 18, Catrinella hija suya, revela una casa existente en esta tierra en la calle de la vucciria vieja confinante con la casa de Catrinj Schimmenti «(Archivo de Estado de Palermo, Textos del Tribunal Real Patrimonio, V. 1166, año 1584).

Bella di Polizzi jefe de casa, Giulio Polizzi hijo suyo de años 25, revela una casa en la arruga de la vucciria vieja confinante por una parte con la casa de Dominico Intolisano y por la otra con la casa de Giacobo di Bartholomeo (Archivo de Estado de Palermo, Textos del Tribunal Real Patrimonio, V. 1166, año 1584).

Salvatori Gianlombardo posee una casa existente en el barrio de la Scala y vucciria vieja confinante con la casa de Vinzo Rustici por una parte y por la otra parte de Agata d’Antoni (Archivo de Estado de Palermo, Textos del Tribunal Real Patrimoni, V. 1172, f. 341, año 1636).

Por siglos ese barrio mantuvo esa vocación comercial, hasta cuando la vitalidad de la “Vucciria” decayó con la elección de un nuevo barrio en una nueva zona del pueblo, al otro lado del río.

En un pequeño espacio, en medio de puestos coloreados llenos de mercancías de todo tipo, probablemente se amontonaban vendedores y compradores de toda especie, en una explosión de colores, sonidos y olores que caracterizaban la frenesía de una pequeña aldea medieval.

El vocerío de los vendedores (que tenía un sabor oriental) y el ajetreo incesante de la gente creaban una atmósfera mágica e inconfundible. Hoy en esa explanada no pasa desapercibida una vieja vivienda construida sobre una roca imponente, que nos deja imaginar como debía ser la arquitectura medieval del casco antiguo antes de la progresiva modernización de calles y casas que hoy lamentablemente, por culpa de una gradual despoblación, están arruinadas y abandonadas.