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La Cueva Roja es una experiencia verdaderamente irrepetible, de gran interés espeleológico, que siempre ha suscitado un gran misterio, tanto que era considerada vivienda de fabulosas criaturas. Las otras cuevas diseminadas en el territorio de Gratteri no son menos importantes: hay el abismo Ciacca, profundo cien metros, el pozo Puraccia, aún parcialmente inexplorado, las cuevas Cula, entre las cumbres de las Gattarelle, la cueva Fonda y la Panni en la cota 1175 m., al sur de Pizzo Dipìlo.
Gratteri siempre ha sido, desde la antigüedad, la aldea que toma su nombre de Cráter, o sea por el agua que sale, por la presencia de cuevas que desprenden límpidos remolinos en su territorio, y también cráteres de los que salen aguas inmensamente purgativas, dichas vulgarmente de Bevuto: “oppidum a Cratere ob perennem stillantem aquam celebri dictum” (R.Pirri, Sicilia sacra…, Vol.II, p. 829, Palermo 1644).
El mismo Pirri, como Di Marzo y otros, añade que la fortaleza es famosa también por la piedra que llaman berilo. En realidad, se trata de un mineral de cuarzo hialino que hoy se puede encontrar en la localidad Valle Nasca, en el ex feudo de Purace a aproximadamente 4 kilómetros de Gratteri, donde se encuentra un valle que lleva el nombre popular “Lavanca Vrilli.”
Mínimas cantidades de este mineral se encuentran también en los detritos arenosos del torrente allí presente. Giuseppe Emanuele Ortolani en el 1819, hablando de Gratteri, escribía: “Hay en su territorio un río dicho de Gratteri donde se encuentran muchas piedras dichas berilos, que no son nada más que muchos pequeños cristales de roca en forma de berilos” (G.E.Ortolani, Dizionario Geografico-Statistico e biografico della Sicilia antica e moderna, edito F.Abbate, Palermo 1819).