Una experiencia irrepetible entre las nubes, para tocar el cielo con un dedo y dominar desde lo alto la costa tirrena. Este es el panorama impresionante que se le ofrece subiendo hasta la cima de Pizzo di Pilo, a 1385 metros de altitud. Un molino en forma de cúpula, donde en el pasado nidificaban los buitres (nigliazzu y vitùra), Pizzo di Pilo siempre ha suscitado la fantasía de los habitantes del pueblo pero a temer como una divinidad que protege desde lo alto ese agradable paisaje.
Luego, a las faldas de la desnuda montaña, un próspero valle con manantiales límpidos y una exuberante fauna de ciervos, gamos, corzos y ovejas que – como escribía el Passafiume – tenían los dientes de oro. El abad de Cefalù en el siglo XVII – citando a Ptolomeo – llamaba aún a aquel monte Craton, probablemente antes de que un incendio espantoso destruyera sus densos bosques, dejándolo seco y pedregoso.
Fue por eso que fue rebautizado Monte Pilato – por el siciliano ‘pelato, rasato’, es decir ‘sin árboles’, pasado luego, hacia el 1700, a Pizzo di Pilo. En realidad, los bosques de Gratteri ya se utilizaban, con grave daño, desde los comienzos del siglo XV, para la provisión de la leña destinada a la cocción de las cañas en las trampas de Brucato, Roccella y Trabia. (Di Francesca P., Gratteri, Palermo 2000, p.19).
Los relieves rocosos de naturaleza calcárea, que le hacen jefe, se caracterizan por saltos y barrancos fuertemente marcados por fenómenos kársticos que han dado lugar tanto a formas epigee (polje, doline, inghiottoi) como hipogee (abismo Ciacca, pozo Puraccia, cueva de los Panni, cueva Cula, cueva Fonda, cueva Stefàna, cueva Grattàra), relevantes desde el punto de vista geológico y espeleológico (Di Francesca P., Gratteri, Palermo 2000 p. 11).
Un peso significativo lo tienen también los pozos, es decir los cráteres de volcanes apagados en los milenios como sugiere el historiador Scelsi (Scelsi 1981, p. 31). En esta área se abren abismos voraces – el pozo Puraccia, el abismo Ciacca y la cueva de los Panni – pero también dolinas de pozo con entrada laberíntica y espectaculares fragmentos de conductos freáticos fósiles descubiertos por la erosión (cueva Grattara).